Cristina a fin de mes siempre se encuentra con la misma situación: le ha entrado un gasto con el que no contaba que le rompe el mes y no le permite darse un capricho e irse a dar un homenaje al restaurante de Ramón Freixa en Madrid.
¿Cómo puede Cristina evitar que un gasto inesperado rompa los planes que tiene?
No es porque no tenga dinero o no gane lo suficiente. Tampoco se trata de que se le ha roto la caldera, o la nevera y tenga que cambiarlas.
Simplemente es que no se da cuenta de los pagos que tiene pendientes.
No cuenta con que el mes que viene le va a llegar el seguro del coche o no se acuerda de que en dos meses le va a llegar el IBI.
En resumen no planifica y cualquier gasto inesperado rompe sus planes.
Y lo que más rabia le da a Cristina, es que todos los meses cuando le sucede se plantea que esto no debería pasar, que tendría que estar al tanto de los gastos que tiene, así como de los gastos que le quedan por venir.
Que esto es clave para su Economía Doméstica. Pero claro, eso lo dice justo cuando ha visto que otro mes se queda sin probar la cocina de temporada del restaurante.
¿Te suena esta canción?
Esto que le pasa a Cristina les pasa a muchas personas y es muy probable que te esté pasando a ti también.
¿Y sabes qué es lo mejor de todo?
Que hay una solución que no falla para afrontar un gasto inesperado: tienes que conocer tus gastos.
Por favor, no me vengas con excusas de mal pagador. «No tengo tiempo», «Es muy pesado», «Bastante tengo con mi trabajo como para andar haciendo números en casa».
Todo eso son mentiras que te dice tu cabeza para justificar que hay algo que tenías que haber hecho y que no has hecho.
Madura y toma el control de tus gastos, que no eres un niño al que sus padres le dan el dinero.
Despierta!!
Hoy en día, con la tecnología a la que tenemos acceso, conocer los gastos recurrentes que tienes de forma mensual es un juego de niños.
Y llevarlo a los doce meses del año un juego de adolescentes.
Te pongo un ejemplo de un listado de gastos habituales:
- La hipoteca te la pasan todos los meses y los gastos de comunidad también.
- El seguro del coche y de la casa: ¿en dos pagos, en uno, en cuatro? Tú has elegido cómo pagarlo, recuerda cómo.
- Con respecto a los gastos de ADSL, teléfono, etc. Sabes más o menos cuanto gastas al mes no? Seguro que tienes una tarifa de esas que lo agrupan todo (y si no la tienes háztelo mirar porque estás pagando de más porque quieres)
- El agua, luz, gas, etc. Te lo pasan cada uno o cada dos meses y seguro que sabes cuándo sólo con mirar el extracto bancario de los últimos tres meses.
- El IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) lo pagarás una vez al año y siempre es durante el mismo mes no? Junto con las basuras,.
- El impuesto de circulación lo mismo.
- El gimnasio, las actividades de los niños, las cuotas. También son gastos mensuales.
¿Cuánto has tardado en recopilar esta información? ¿Media hora como mucho?
Ahora anota todas estas descripciones de gastos en una hoja, en vertical, uno debajo de otro.
Y en horizontal pones, Enero, Febrero, Marzo,… así hasta Diciembre. Después suma cada una de las líneas para cada mes y lo pones debajo de cada columna.
Te tiene que quedar algo como esto:
¿A que no era tan complicado construir tu plan de gastos fijos?
En tus manos tienes el listado de gastos fijos que vas a tener el año que viene y este listado te va a ayudar a:
- saber cuánto dinero necesitas para sobrevivir. Digo para sobrevivir porque esto sólo son los gastos fijos. No es como comprarse una camiseta que puedes elegir o no comprarla.
- saber en qué meses necesitas tener más dinero en la cuenta. En el ejemplo, Noviembre y Marzo son meses especialmente malos. Así que en esos meses tendrás que tener más disponible para hacer frente a esos pagos.
- saber en qué meses andas más ligero y puedes incurrir en algún gasto extra.
Y sobre todo por fin sabes cuándo y qué estás pagando.
Hay mucha gente que se sorprende cuando hace este ejercicio porque se da cuenta por primera vez de cuáles son realmente sus gastos fijos.
Es decir, realmente se está dando cuenta de que sin hacer nada, sin pegarse un capricho, sin ir a cenar, sin comprase ropa, llueva o nieve, haga calor o haga frío, tiene que pagar estas cantidades.
Es lo que le pasó a Cristina cuando le propuse que hiciera este cuadro mientras tomábamos un café en su casa.
Se quedó «flipada» al saber lo que gastaba cada mes sin darse ninguna cuenta.
Pero a la vez, por fin vio delante de si un plan de pagos, y por tanto pudo hacerse un esquema de cómo afrontar esos pagos y cómo encajar en esos pagos una cena en uno de los mejores restaurantes de Madrid con dos estrellas Michelín.
Ahora, es tu turno.
¿Quieres seguir llorando porque otro mes ha pasado sin poder hacer lo que querías?
¿Quieres seguir llorando porque no puedes hace frente a ese gasto inesperado?
¿O quieres ponerte las pilas y solucionarlo?
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Obviamente me parecen unos primeros passos muy interesantes. Son esas coses que uno, más o menos ya sabe que ha de hacer però que nunca hace hasta que alguien te lo indica.
Seguimos en contactoa por favor.
Jesús
Gracias por tu comentario Jesús.!