Estoy convencido de que en muchas ocasiones te has planteado que la forma en que llevabas tus finanzas no era la forma más adecuada.
Además también estoy convencido de que muchas veces has pensado que tenías que cambiarlo. El problema es que no sabes muy bien por donde empezar. No sabes muy bien cuál es el primer paso. No sabes cómo arrancar. Y ésta es la excusa que utilizas para no hacer nada.
Pues bien, lo siento pero ya no vas a tener más esa excusa.
En este post te voy a contar cómo hacer un diagnóstico acertado de tu Economía Doméstica y después de haber hecho ese diagnóstico podrás decidir por tú mismo si quieres seguir dando pasos para mejorar o prefieres seguir llorando por las esquinas diciendo lo mal que te trata la vida.
Para hacerlo voy a emplear dos herramientas utilizadas en la valoración de empresas, y voy a adaptar esas dos herramientas a tu Economía Doméstica.
No falla, actuando sobre ellos tu Economía mejora. no hay más secreto.
¿Quieres saber cómo? Empezamos.
El mundo empresa:
Entre la documentación que presenta una empresa en sus cuentas anuales se encuentran dos documentos que son muy relevantes. Se trata del Balance y la Cuenta de Resultados (o cuenta de pérdidas y ganancias).
Estos dos documentos son habitualmente empleados en la valoración de empresas, como uno de los orígenes de la información para establecer el descuento de flujos de caja de una empresa y con él su valoración. También se emplean para realizar el análisis por ejemplo de cara a comprar o no acciones de una empresa.
Con esto quiero que te des cuenta de que estas dos herramientas se utilizan habitualmente en el mundo empresarial y lo que voy a hacer es trasladar estas dos herramientas a tu economía doméstica. Como el que pide el taladro que usa en su taller y se lo lleva a su casa para poder hacer un agujero en su casa para colgar un cuadro. La misma herramienta en dos entornos completamente distintos.
El Balance como herramienta para mejorar en mi economía doméstica.
El balance te dice dos cosas principalmente: qué cosas tienes y cómo las has pagado. Esta es su labor principal. Cuando hablamos de las cosas que tienes estaríamos hablando de tu Activo. Cuando hablamos de cómo las has pagado estamos hablando de tu Pasivo.
Te lo cuento con un ejemplo:
-Tienes una casa de 150.000 euros y un coche de 20.000. Tu Activo es de 170.000 euros.
-Lo has pagado con una hipoteca de la que te quedan 100.000 y un préstamo del que te quedan 10.000. Tu pasivo es de 110.000 euros.
La diferencia entre ambos es tu patrimonio neto, lo que es realmente tuyo.La diferencia entre lo que tienes y lo que debes. En el ejemplo 60.000 euros.
Ahora coge un papel y un boli y empieza a listar todos los bienes que tienes y su valor. Al lado lista todas las deudas que tienes y su valor. Ahora compara ambas columnas.
En función de esa comparación puedes estar en cuatro grupos:
- Grupo 1: todo lo has pagado a tocateja. Es decir, tu pasivo es cero (no tienes deudas) y todo es patrimonio neto.
- Grupo 2: prácticamente todo lo has pagado a tocateja salvo la hipoteca. Es decir, tienes pasivo, y este pasivo es solo la hipoteca.
- Grupo 3: casi todo lo has pagado a crédito salvo alguna cosilla que has pagado a tocateja. Tienes demasiado pasivo.
- Grupo 4: todo lo has pagado a crédito y tu patrimonio neto realmente es cero porque todo tus deudas son iguales o superiores a tus bienes.
¿Dónde estás tú? ¿Lo has comprobado?
La Cuenta de Resultados como segunda herramienta para mejorar en mi economía doméstica
Ahora vamos a comparar tus ingresos y tus gastos. Y de nuevo tienes que preparar un listado.
Pon uno debajo de otro todos los gastos que tienes. Al lado una columna con los meses en los que tienes esos gastos. Y abajo una suma total. Algo de este estilo:
Ahora compara esos gastos con tus ingresos mensuales y de nuevo de esa comparación te puedes encontrar en uno de estas situaciones:
- Situación 1: tus gastos son inferiores a tus ingresos y consigues ahorrar. Enhorabuena. Ahora solo tienes que saber qué hacer con tus ahorros.
- Situación 2: tus gastos son iguales a tus ingresos. Tienes que ahorrar. No te queda otra.
- Situación 3: igual que la anterior pero con un gasto en vivienda superior al 50%. Tienes que conseguir nuevas fuentes de ingresos.
- Situación 4: tus gastos son superiores a tus ingresos y lo vas cubriendo con tarjetas de crédito. Vas en una autopista directa hacia la quiebra y tienes que actuar.
Ya tienes tu foto completa, ya has construido tu balance, y ya has construido tu cuenta de resultados. Ya has hecho tu diagnóstico, ya sabes dónde estás ahora.
Ahora solo tienes que actuar y ponerte manos a la obra para cambiar tu situación e ir llevando tu economía doméstica desde el número en el que estés hacia los primeros de la lista. Idealmente deberías estar en el 1 tanto en el balance como en la cuenta de resultados y hay formas de hacerlo.
Si quieres seguir avanzando en este proceso pongo a tu disposición mi eBook «Qué debo mejorar en mi Economía Doméstica» que trata más en profundidad lo que te he estado contando en el post y además te da soluciones específicas para atacar cada una de las situaciones.
Recuerda que nadie mejor que tú para mejorar tu situación. Es siempre tu decisión. Aprovecha esta oportunidad para comenzar a cambiar.
Deja de ponerte excusas y actúa de una vez.
Me encantan tus posts, son geniales.
Hola:
Qué post exactamente te ha gustado más?
Un saludo
JCarlos