Te voy a plantear una pregunta:
¿crees que es una buena idea usar la tarjeta de crédito para un gasto de emergencia?
Te hago esta pregunta porque hace un par de días, uno de mis lectores me planteaba una consulta y mientras le respondía iba pensando en cómo esta información podría serle muy útil a cualquier persona que sigue sin tener un fondo de emergencia.
Este lector ha tenido un problema con el coche, en concreto con la correa de distribución, lo cual como todos sabemos bien es una verdadera put… Hay que cambiarla, los del taller te miran con la cara triste pero con los ojos brillando de alegría por el sablazo que te van a dar y tú estás anticipando la que te viene encima.
Esta situación es real.
Le ha pasado a este lector. Y te puede pasar a ti mañana mismo, mientras que vas a trabajar. Y si no tienes coche, te puede pasar en la caldera de casa. Y si no tienes casa, te puede pasar con el portátil. Y si no tienes portátil te pasará con el móvil.
Murphy está ahí. Acechando y estas cosas pasan sí o sí. NO te puedes ni siquiera plantear que a ti no te va a pasar porque es mentira. Antes o después te sucederá un imprevisto, y este imprevisto te saldrá más o menos caro en función de cómo te hayas preparado.
Siguiendo con la historia, este lector no tenía dinero ahorrado y para hacer frente a este pago no le ha quedado más remedio que pedir prestado.
¿Qué te parece? ¿Es la mejor solución?
Para empezar: ¿Crees que se trataba de algo totalmente imprevisto y no quedaba más remedio?
Vamos a ver. No seamos ingenuos. Cualquier prestamista se está frotando las manos ante esta situación. Imagínatelo por un momento. Imagina lo que te diría:
Ahh, síii . O sea que te hace falta el dinero sí o sí. Para ahora mismo.. Pase lo que pase lo necesitas para poder seguir viviendo. Muy bien, pues siéntate en esta silla que te voy a contar mis condiciones.

Si pides dinero prestado para cubrir esta situación, solucionarlo te va a salir más caro. Seguro.
¿Cuánto más caro?
Depende del tipo de deuda que estés eligiendo.
Si pides un préstamo personal para cubrir este imprevisto, y digamos que tardas un año en pagarlo súmale un 10% al presupuesto que te hayan pasado. Dicho de otra forma, no tener dinero en efectivo para pagarlo hace que el arreglo te cueste un 10% más de lo que te esperabas. Así de claro.
Si pagas con la tarjeta de crédito, la situación puede ser todavía peor. Por supuesto todo dependerá del tiempo que tardes en devolver ese dinero, pero poniendo que sea un año como en el ejemplo anterior, ya puedes sumarle entre un 15% y un 17% al presupuesto que te hayan pasado. O dicho de otra forma: pagar con tarjeta de crédito con la intención de devolverlo a un año va a hacer que el precio se incremente casi un 20% . Casi nada.
Todo por engañarse a uno mismo.
Todo por pensar que los imprevistos no suceden.
Todo por no prepararse para ello.
¿Cómo evitar esta situación?
No hace falta tener un Doctorado en Económicas para responder a esta pregunta. Cualquier persona con un mínimo de sentido común puede evitar esta situación. Si empiezas a aplicar esto que te voy a contar desde ahora mismo vas a vivir mucho más tranquil@ porque vas a contar con un seguro anti imprevistos.
Escucha atentamente: tienes que construir un fondo de emergencia. Ya está. No lo pienses más. Sencillo, fácil, rápido y sobre todo barato, muy barato.
Tener un fondo de emergencia es mucho más barato que usar la tarjeta de crédito para un gasto de emergencia o que pedir un préstamo personal.
Ni punto de comparación.
Y ahora es cuando vienen tus excusas:
- No puedo.
- Ahora mismo es imposible, cuando me vaya un poco mejor.
- Llego justo a fin de mes, no estoy para fondos de emergencia.
Venga ya!
Perdona que sea tan directo, pero es que es algo que veo tantas veces… que me han comentado tantos lectores… que supone un problema tan grande para tanta gente…
Siendo tan sencillo de resolver.
Me pongo malo viendo que siendo algo que tiene solución tan fácil insistas en continuar en la cuerda floja rezando porque no suceda nada imprevisto. Olvídate. Va a suceder algo. Te va a pasar. Y va a ocurrir justo cuando peor te venga. Siempre es así. Y en el fondo lo sabes.
No seas ingenuo y ponle remedio desde ya! Empieza ya y dentro de seis meses estarás dándome las gracias por haberte convencido.
Y si no sabes cómo construirlo déjame que te ayude, puedo hacerlo. Estoy seguro de ello.
Recuerda a más formación en Finanzas Personales más posibilidades de salir adelante y mejorar tu Economía Doméstica. Está en tu mano.
Si te ha gustado la entrada, ayúdame: dale al botón!! y comparte en tus redes sociales.