Existen muchas microempresarias ahí fuera que no conocen su negocio.
Creen que sí, pero no lo conocen.
Porque no conocen los 9 aspectos fundamentales de su negocio . Y si no conoces estos 9 bloques, no conoces tu negocio .
Te voy a llevar de la mano a través de estos bloques.
Seguro que has oído hablar antes de alguno de ellos, quizás incluso de todos a la vez puesto que son la base del trabajo de Tim Clark en su libro Tu Modelo de Negocio.
Antes de comenzar quiero que prestes atención a esta definición de Negocio, que encierra los 9 bloques. A partir de esta definición iremos avanzando:
Un negocio atiende a clientes creando valor a través de diferentes canales y estableciendo relaciones con ellos y con sus proveedores para generar ingresos controlando sus costesy usando recursos en actividades clave.
1.-Propuesta de valor: ¿Qué voy a crear y para qué?
El comienzo de todo. La única razón por la que una persona va a querer comprarte algo. ¿Qué le vas a proporcionar?
¿Vas a solucionar uno de sus problemas?
Imagina que tu cliente quiere hacer cuentas más rápido. Tu producto sería una calculadora que soluciona ese problema.
¿O por el contrario vas a satisfacer una de sus necesidades?
Imagina que tu cliente quiere conocer gente para salir. Entonces tu producto sería algo como Meetic
NO es lo mismo un problema que una necesidad.
Un problema es resuelto. Una necesidad es satisfecha.
Si encuentras un producto para satisfacer necesidades en lugar de resolver problemas, mucho mejor, porque tu público objetivo será mucho mayor.
2.- Clientes: ¿Quiénes son y por qué nos compran?
Quiero dejarte clara una cosa, nosotros estamos para nuestros clientes y no al revés. Esto es algo que se nos olvida muy a menudo.
Debemos conocerlos, para satisfacer mejor sus necesidades.
Y esto pasa primero por escucharles, y segundo por prestarles atención. Algo que en ocasiones se nos olvida.
Eso sí, cuidado. Hemos de tener cuidado con el gran error de cualquier microempresario.
Ese error que seguro te ha pasado a ti.
Seguro que sabes de qué estoy hablando.
Te pongo un ejemplo: eres una diseñadora. Tienes un cliente que te dijo lo que necesitaba inicialmente. Le presentaste una opción. No le gustó y varió alguna de sus peticiones. Le vuelves a presentar otra opción y vuelve a cambiar. Le vuelves a presentar y vuelve a cambiar.
Esto NO ES UN CLIENTE. Es un ladrón de tiempo.
Debemos conocer a nuestros clientes y prestarles atención. Por supuesto que sí, pero también debemos saber distinguir aquellos a los que vas a dar un mejor servicio si le derivas hacia tu competencia. Y hay un truco muy sencillo para saber quiénes son esos clientes.
Hay un libro muy interesante que se llama Blink Inteligencia Intuitiva, en el que habla del poder que tenemos para absorber una gran cantidad de información y realizar un diagnóstico de una situación, de una persona, de lo que sea de forma casi inmediata.
Lo que habitualmente conoces como :«No me da buen feeling»
Pues eso.
Cuando tienes esa sensación en el cuerpo, sobre todo hacia la zona de la boca del estómago y estás segura de que con esta persona es mejor no trabajar.
3.- Canales: ¿Cómo nuestro producto llega a nuestro cliente?
Antes de los 90, el único canal era el físico: ibas a una tienda donde había vendedores y punto. No había más canales
Desde los 90, el mundo ha cambiado: tenemos internet, tenemos el smartphone.
Hay infinidades de canales nuevos, y de hecho podemos tener nuestros productos o servicios utilizando varios de estos canales.
No por manido el ejemplo, me gustaría que tuvieras como referencia uno de los mejores canales de distribución del mundo, si no el mejor que conseguía (y consigue) poner el producto en las tiendas en un tiempo récord, lo que le valió la posición que ocupa hoy en el mundo de la moda. Por supuesto estoy hablando de ZARA, que consiguió hacer de su canal de distribución una de sus mayores ventajas competitivas.
4.- Relación con nuestros clientes.
Muy relacionado con los tres anteriores.
Un cliente nace, se mantiene y crece.
Es decir, a un cliente primero lo captas. Consigues que te haga una compra, por pequeña que sea.
Después lo fidelizas. Es decir, a ese cliente le gustas y te compra más veces.
Y finalmente lo haces crecer. Claro, le vas ofreciendo distintos productos con la idea de que puedas satisfacer más necesidades o resolverle más problemas.
Y esta relación varía en función de:
- el cliente: a algunos clientes les gusta que les ayudes a crecer, a otros prefieren que les dejes en paz.
- tu propuesta de valor: hay algunos productos que puedes incrementar las gamas, o la calidad y con eso conseguir hacer crecer a tu cliente y otros no.
- tus canales: no es lo mismo conseguir fidelizar a un cliente en tu librería de barrio que en internet. A tu cliente de barrio es muy probable que tu amabilidad le conquiste. Sin embargo por internet casi seguro querrán un servicio rápido y sin problemas en los envíos.
Hasta aquí el post de hoy.
Hay otros 5 bloques más que podrás conocer a partir de este jueves pinchando aquí