02 Abr Que el interés compuesto te acompañe o de cómo Yoda era un gran economista
«El interés compuesto es la fuerza más poderosa de la galaxia»
Esta frase que se atribuye a Albert Einstein, podría haber sido encajada en cualquier de las seis (de momento…) películas de la saga de Star Wars.
De hecho, Yoda utilizaba una fórmula parecida (May the Force be with you) para no desvelar de qué se trataba realmente.
Y tú dirás, “vaya, esto realmente sí que me ayuda a invertir y a tomar decisiones con respecto a mis ahorros. Este tío es un figura, figura del espectáculo circense sí señor”.
Dame dos minutos más y te demostraré que sí merece la pena leer un poco más.
Ya te he hablado en ocasiones anteriores del interés compuesto, pero en esta ocasión quiero mostrártelo con un caso práctico que he aplicado personalmente (de hecho lo sigo haciendo) y que únicamente requiere de un poco de planificación/previsión.
¿Recuerdas la entrada en la que te comentaba la importancia de tener una cuenta de inversión donde ingresar las ganancias de tus inversiones?
Lo bueno del interés compuesto es que vas reinvirtiendo tus intereses, convirtiéndolos en principal y contando para generar más intereses. Es decir, son los intereses de los intereses que van sumando período a período y esto es una cadena de gran potencia.
Ejemplo: pones 100 euros en un depósito al 3% TIN anual. Al terminar el año te dan 3 euros que se lo sumas a los 100, que da 103 y los vuelves a poner a un depósito al 3% anual por lo que te dan 3.09 euros, que los vuelves a sumar, y ya son 106.9 a los que le aplicas otra vez el 3% y así sucesivamente. Esto es el efecto del interés compuesto.
En mi caso personal intento sacar ventaja del interés compuesto de la siguiente forma:
Desde el día que nació mi hija, mi mujer y yo abrimos una cuenta en la que vamos ingresando 100 euros cada mes. Estos 100 euros al mes, van generando intereses mensuales que se depositan en la misma cuenta y van incrementando el principal, de forma que cada mes además de nuestra aportación, el depósito va creciendo con los intereses generados por el interés compuesto.
Te voy a mostrar el caso de forma gráfica aplicando un TIN anual del 10% (sé que es muy elevado pero simplifica los cálculos) y llevado hasta que mi hija cumpla los 18 años.
Momento en el cuál irá a la Universidad y mis preocupaciones se incrementarán de forma exponencial al entrar en la ecuación un grupo de universitarios con sus cerebros alterados por las hormonas. Me entran sudores fríos solo de pensarlo. Solo espero que no haya un tuno entre ellos porque entonces sí será mi final.
Como puedes ver en el gráfico hay una gran diferencia entre utilizar las ventajas del interés compuesto reinvirtiendo los intereses generados por tus ahorros y no hacerlo. Fíjate como las líneas se van separando a medida que van pasando los años.
Este es su verdadero poder: el poder del tiempo.
Te dejo aquí un fichero Excel en el que puedes simular cual sería tu resultado si invirtieras durante 18 años la cantidad que decidas al tipo de interés que decidas. Puedes ir jugando con ambas variables y ver qué sale.
O si lo prefieres puedes utilizarlo para realizar un Análisis de Sensibilidad, que en determinados foros queda mucho más elegante (y que no deja de ser exactamente lo mismo: ir jugando a ver qué es lo que sale)
Cuanto mayor sea el tipo de interés y mayor se la duración, mayor será las ventajas de re-invertir los intereses.
Y sobre todo, cuanto antes empieces a hacerlo antes comenzarás a sacar ventaja del poder del interés compuesto: el poder del tiempo en tus manos.
Recuerda a más formación en Finanzas Personales más posibilidades de salir de esta crisis. Está en tu mano.
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