Puedes aplicar desde ya el secreto de Zara en tu tienda. Claro que sí. ¿Lo sabías?
Pero antes de hacerlo debes entender un concepto.
La obsolescencia programada es la estrategia que consiste en fijar de forma premeditada la fecha de caducidad de un producto antes de ser lanzada.
Es algo que seguro te suena por los iphone. Nada más comprarte el último modelo ya ha salido uno nuevo y mejor. ¿Joroba verdad?
Esto mismo aplica en las reparaciones de productos.
¿Por qué parece que ya no hay lugares donde se arreglen cosas?
¿A que cada vez es más difícil arreglar algo que se ha roto? Parece que merece siempre la pena comprarte algo nuevo en lugar de arreglar algo viejo ¿verdad?
Y esto no deja de ser curioso.
Hay que hacer un par de Máster una licenciatura para conseguir encontrar un servicio de reparación de alguna de las marcas más importantes de electrónica. O bien están muy escondidos, o no se anuncian o simplemente no existen. Es un ejemplo de lo que hablo. El concepto de obsolescencia programada en su máximo esplendor.
Antes era un concepto aplicado más a la electrónica (de hecho el tema de la obsolescencia programada comenzó prácticamente con las bombillas), y el ejemplo de la impresora ya es un mito de la obsolescencia programada (te sale más barato comprar otra impresora que reparar la antigua cuando llega a un número de copias, por no hablar de los precios de los cartuchos)
Pero ahora se ha ampliado: hay obsolescencia programada en yogures, en gafas, en juguetes, en ropa.
«Sí, hay obsolescencia programada en ropa.»
Y el mayor exponente, fue la empresa que desarrolló el eje de su estrategia alrededor del concepto de obsolescencia programada. La tenemos en casa y se llama Zara.
¿Por qué el secreto de Zara es la obsolescencia programada?
Todo aquel que tiene una tienda lo sabe: el mayor problema del sector textil son los excedentes.
Saber qué producto se va a vender, en qué talla o a qué clientes es prácticamente imposible. En consecuencia, generas excedentes, que después, sí o sí tienes que liquidar.
Y esas liquidaciones no aportan valor ni hacen crecer a la empresa. En el mejor de los casos mueves el dinero de unas manos a otras. (Y en el peor pueden suponer el hundimiento de un negocio por tener un almacén imposible de sostener)
Zara rompió este modelo, lo destrozó y decidió tener muy pocas unidades de cada modelo, y lanzar un número desproporcionado de diseños (desproporcionado para la época, en la que lo habitual era tener dos diseños).
«Zara convirtió las prendas de ropa en yogures».
Zara implantó tiradas muy cortas de forma que si se terminaba una tirada, pues nada, tenías que ir a comprarte otro modelo.
¿Me lo pides en otra talla? NO.
¿Lo traes otra semana? NO.
¿Van a venir más? NO.
¿Qué consiguió realmente Zara al cambiar de paradigma?
Zara consigue algo muy destacable: el comprador no duda. Si sé que este producto lo mismo no está mañana, me lanzo y lo compro hoy. Por si acaso. Por si las moscas. Es decir, Zara consigue adelantar el proceso de compra.
Pero no solo esto.
Todos sabemos que las ventas en una tienda son el resultado de multiplicar la frecuencia de las visitas de los clientes por el número de compras por visita.
Si incrementas cualquiera de estas dos variables, incrementas las ventas.
¿Qué pasa cuando le dices a un cliente que estás trayendo cosas nuevas cada poco tiempo?
Que incrementas el número de visitas a las tiendas. Y con ello estás aumentando tu facturación
Por si esto no fuera poco, Zara aplicó un nuevo concepto logístico que le permitía rotar la mercancía entre sus distintas tiendas. Lo que no se vende en una tienda lo vende en otra.
«Zara acabó con los excedentes.»
Ahora que sabes cómo lo ha hecho Zara, te planteo una pregunta.
¿Hasta qué punto eres capaz de aplicar alguno de estos conceptos en tu negocio?
¿Cómo puedes aplicar el secreto de Zara en tu negocio?
Actúa, ahora.
Me parece una gran reflexión Jose Carlos. Nunca me habiavplanteado que la obsolescencia programada pudiera salirse de la tecnología. Ahora veo que si y me parece útil para mi negocio.
Gracias por compartir.
Saludos,
Javier Gómez Coach.
Gracias por tu comentario Javier. Me alegro de que pueda haberte sido útil.
Un abrazo
Hola!!
Muy interesante el artículo. La obsolescencia programada es un concepto que ya están empezando a trabajar algunos pequeños empresarios.
Por ejemplo en mi blog hago una oferta sólo para nuevos suscriptores de mi curso. Lo ofrezco con descuento sólo para las nuevas altas en mi newsletter. Lo interesante es que cualquier pequeño emprendedor puede utilizar este tipo de trucos.
Muchas felicidades por el blog.
Salu2
Gracias Alberto por dejar tu comentario. Efectivamente cada vez más empresarios están utilizando con este concepto, y con buenos resultados, aunque como todo, tiene su doble filo.
Un abrazo
A mí lo único que se me ocurre que puedo tratar de implementar en mi negocio imitando a Zara es en la rotación de productos en las tiendas.
Tengo unas 20 referencias de cosmética y aunque tengo sólo un punto de venta propio (físico, si no contamos los online) podría tratar de rotar los productos que no se venden en una tienda, retirarlos y colocarlos en otra tienda donde sí se puedan vender, aunque me generarían una serie de costes en envíos, transporte y devoluciones (logística) que seguramente lo hacen inviable. Y tampoco sabría si funcionarían los productos en la segunda tienda y quizás tendría que rotarlos en una tercera.
También debería intuir muy bien en todo momento qué se venderá y qué no se venderá en cada nueva tienda (que a fin de cuentas serían nuevos clientes)
Hola Andrés:
Si lo piensas bien, lo que haces es dar vueltas sobre el mismo modelo tradicional. Una tienda, solo un sitio físico donde vender, e intentar intuir que van a vender a los clientes. Zara rompe todo eso. Muchas tiendas, canales físicos y on line donde vender, y multitud de productos con pocas tiradas para provocar el aceleramiento de compra.
Tú sí puedes replicar algunos de esos conceptos a tu escala: puedes comenzar a plantear ventas on line, que te permitirían deshacerte de stock a un precio más barato del que sacarías en la tienda. Puedes tambien aplicar políticas en la tienda que aceleren la compra: como por ejemplo campañas específicas de un determinado producto en un tiempo determinado y condiciones específicas.
Por supuesto no puedes replicar las condiciones de Zara, pero sí adaptar sus ideas a tu negocio.
Un abrazo, que tengas buena tarde y muchas gracias por tu comentario!!
Online sí tengo varios puntos de venta. Amazon, Promofarma, Ebay, nuestra propia web 😉 además de algunos distribuidores offline.
Quizás me expliqué mal. Me refería a la posibilidad de considerar mis clientes minoristas como si fueran tiendas propias de una cadena como Zara. Si por ejemplo una tienda no vende las cremas de manos, pero sí los bronceadores, retirarles las cremas de manos y llevarlas a otra segunda tienda (cliente) sin que los costes de devoluciones y logística se disparen. Y los impagos. Ése sería el quid.
O te entendí yo mail seguramente. Estoy de acuerdo contigo, ese sería el quid.
Un abrazo y buen jueves!